Día de Internet Seguro: casi la mitad de los millennials y centennials sufre ataques de bullying
El bullying cibernético y el acoso virtual se convirtieron en el principal foco de intimidación, burlas y hostigamiento que padecen los niños y los adolescentes en las redes. Para celebrar el Día de Internet Seguro, Microsoft presentó los datos del Índice de Civismo Digital en Argentina, en donde revela que los millennials -nacidos entre 1981 y 1996- y la Generación Z -1997 a 2012- fueron quienes más sufrieron estos ataques.
El estudio pretende reflejar cómo evolucionaron las conductas online de los argentinos durante la pandemia. También se midió la exposición a otras amenazas como el contacto no deseado, engaños/fraudes/estafas online, sexting no admitido y trolling.
Así, el 48% de los millennials y el 45% de la generación Z manifestó haber recibido bullying, mientras que de la Generación X -1965 a 1980-solo el 29% afirmó haber sido blanco de algún tipo de acoso y el 39% de los Baby Boomers -1946 a 1964-.
«Son generaciones que desde su nacimiento han estado expuestas a las tecnologías de la información y que por lo general realizan casi todas sus actividades a través de Internet: trabajan, se divierten, realizan compras y pagos, se informan, conocen gente. El hecho que gran parte de sus vidas pase por lo digital hace que estén más expuestos a consecuencias negativas», explica Jimena Mora, directora regional de propiedad Intelectual y seguridad digital en Microsoft.
Otro dato que llama la atención es que el 13% de los adultos dijo haber sufrido algún tipo de acoso mientras trabajaban de forma remota.
La generación millennial está compuesta por las personas nacidas entre 1981 y 1996; mientras los centennials son aquellos que nacieron después de 1997. Las proyecciones indican que en 2025 los primeros representarán un 70% de la fuerza laboral mundial y los centennials el 30% restante.
El bullying en redes sociales se caracteriza por un acoso constante a un individuo o grupo de individuos. Los motivos que inspiran las burlas, los apodos hirientes, la exclusión, la agresión física, entre otros, son variados y pueden incluir aspectos físicos, religiosos, sexuales, éticos o socioeconómicos.
Así, el 43% de los participantes se vio involucrado en incidentes de bullying y el 21% dijo haber sido víctima de este tipo de acoso. Las tres principales medidas que toman ante esta situación fueron: bloquear al agresor, hablar con un amigo y advertir a un adulto.
Durante la pandemia, el 13% de los adultos dijo haber sufrido algún tipo de acoso mientras trabajaban de forma remota. Microsoft
Durante la pandemia, el 13% de los adultos dijo haber sufrido algún tipo de acoso mientras trabajaban de forma remota. Microsoft
Sin embargo, si se compara con los resultados del año pasado, en Argentina las personas afirmaron haber recibido menos contacto no deseado, menos contacto sexual no deseado, menos daños en la reputación y menos bullying.
El dato preocupante es que los riesgos más comunes están en sus máximos históricos. El 38% de las personas afirmó que fue víctima de algún tipo de engaño, estafa o fraude en internet. Este porcentaje se incrementó un 7% desde 2017.
El 22% recibió discursos de odio (1% más que desde 2017) y el 21% fue blanco de algún tipo de discriminación (4% más que en 2017). El 46% de las fuentes de los riesgos provienen de extraños y el 64% de personas conocidas. El 12% afirmó haber vivido alguno de estos riesgos la última semana.
Civismo online
«Los meses de aislamiento generaron una mayor conciencia entre los adolescentes sobre los riesgos en línea. El Covid-19 parece haber reforzado la civilidad en internet, de hecho, entre los encuestados vemos que surgió un sentimiento colectivo de unión que ayudó a mejorar las interacciones digitales», señala Mora.
Según los resultados, durante 2020 la exposición a los riesgos en línea se redujo tres puntos a nivel global, es decir, alcanzó un 67% contra el 70% del año pasado.
En línea con las tendencias globales, Argentina alcanzó un Índice de 71 puntos, es decir que la civilidad online en el país mejoró 5 puntos respecto al año pasado.
El 66% de los adolescentes encuestados en el país considera que la civilidad mejoró, mientras que el 75% de los adultos piensa lo mismo.
En términos de civismo digital, lo que más esperan las personas para la próxima década es: más respeto (66%), más seguridad (55%), más libertad (36%), más empatía (35%) y más inclusión (34%).
Mientras que 61% espera que sean los medios de comunicación los actores que más ayuden a mejorar la civilidad digital.
El 54% considera que estas mejores prácticas deben ser promovidas por las empresas dueñas de las redes sociales, el 48% por las instituciones educativas, el 38% por el gobierno y el 34% por las empresas de tecnología.
Otro de los objetivos de esta encuesta es mostrar el lado oscuro de internet y cómo puedan protegerse y mejorar sus prácticas online. De la muestra participaron 16 mil encuestados, de 32 regiones geográficas. De Argentina participaron 500 individuos.
«Los adultos responsables tienen que saber cómo se comportan e interactúan los chicos en Internet, qué tipo de contenidos buscan, qué actividades hacen y cuáles son las tendencias en el mundo digital. Cuanta más información tengamos a nuestro alcance, más herramientas vamos a tener para poder ayudarlos», subraya Mora.
Algunos consejos
– No dejar que los menores instalen aplicaciones desconocidas y es muy importante enseñarles a regular y medir los tiempos de uso.
– Muchas veces los usuarios de tecnología no son conscientes de lo que se publica en redes sociales. Desde nombres, número telefónico, el lugar donde uno vive, exponiéndonos a riesgos.
– Quizás la acción más importante que un menor puede tomar cuando se ve expuesto a uno de estos riesgos es pedir ayuda. La mayoría de los criminales «desaparece» cuando sabe que un adulto ya está al tanto de la situación,.
– Explicar que los comentarios negativos y con mala intención traen consecuencias mentales y emocionales. El ciberbullying puede convertirse en discurso de odio cuando degrada a una persona o grupo a partir de su identidad de género, orientación sexual, religión, discapacidades o imagen física.
– Prestar atención si los niños tienen dificultades para dormir, si revisan sus redes sociales constantemente y con ansiedad, si no quieren ir a clases. Todos estos pueden ser indicios de ciberbullying.
– Si el menor es víctima de algún tipo de acoso, hay que mostrar apoyo incondicional. No llamar la atención y escucharlo. Tratar entender qué fue lo que los llevó a eso. Lo mejor que pueden hacer es bloquear y reportar a la persona, y en caso de ser de la misma escuela o entorno, hablarlo con las autoridades o adultos responsables.
– Si un menor acosa a otros no hay que reaccionar de manera agresiva. Probablemente el problema sea interno, por lo que lo mejor es escuchar, apoyar y buscar soluciones juntos. También es válido poner ciertas restricciones al uso de dispositivos.
– Hablar sobre qué es el sexting de forma honesta y sin tabúes. El desconocimiento, puede hacer que muchos adolescentes no tengan las precauciones necesarias al hacerlo.